miércoles, 15 de noviembre de 2017

Si mi cuerpo no es real, y la enfermedad no es real, ¿cómo hago para curarme?

Publico aquí esta respuesta de Nick Arandes, que me ha parecido muy acertada, a la pregunta que todo estudiante del Curso de Milagros se hace en un momento u otro.


Pregunta: “Hola Nick, de antemano quiero agradecerte que contestes tantas preguntas constantemente, porque ayuda a que todos poco a poco vayamos desprogramándonos de creencias. Gracias.

Tengo una pregunta, que a veces no sé como enfocarla, o no sé si sigo el camino correcto. Desde que nací "herede" hipocausía auditiva (sordera), por lo que he estado investigando viene desde mi bisabuelo por parte materna, "heredándolo" generación en generación. Según Un curso de Milagros no somos un cuerpo, la enfermedad no es real, o sea que mi "problema" auditivo no es real, intento enfocarlo desde ahí, medito desde ahí, se lo entrego al Espíritu Santo ,pero a la vez, espero oír, y eso me causa sufrimiento. Me desespera y me ataco a mí misma diciéndome que me creo que mi enfermedad es Real, en vez de enfocarla como una ilusión.

Observo mis pensamientos todo el tiempo, visualizando que todos sean positivos. Quizás el "problema" es esperar resultados, dado que oír es uno de los 5 sentidos que tenemos y que constantemente "dependemos" de él. Tengo subidas y bajadas de ánimo respecto a este tema. Pero a la vez tengo fe de que todo está en la mente. Llevo audífonos desde hace unos años, y me digo que quizás mi apego a ellos hace que yo misma me crea que los necesito. Gracias Nick por todo, Un abrazo de Alma.”

Comentario: Lo que percibo es que tienes una confusión de niveles, y eso es muy típico cuando empezamos con el Curso, porque no queremos soltar esa identidad falsa que hemos forjado y que tanto anhelamos. Sin embargo, esa identidad falsa es la razón por la que sufrimos, así que vamos a disecar un poco tu pregunta.

Dices: “Según Un curso de Milagros no somos un cuerpo, la enfermedad no es real, o sea que mi "problema" auditivo no es real…” Según el Curso el cuerpo no es real. Por lo tanto si el cuerpo no es real, ¡no hay nada! Y como no hay nada, no puede haber enfermedad. ¿Por qué? Porque para que exista la enfermedad tiene que existir un cuerpo.

Y como lo que somos es Mente y no cuerpo, la enfermedad no existe ¡PARA LA MENTE! Pero siempre y cuando yo me identifique en la mente como un cuerpo, la enfermedad, si está siendo experimentada, es simplemente parte del guión y se acabó.

No obstante, el Espíritu Santo, mediante un cambio de mentalidad nos enseña a percibir la irrealidad de esta experiencia, y por consiguiente, así ninguna enfermedad tendría el poder de quitarnos la paz, aunque la enfermedad se experimentara. ¿Ves la diferencia?

Continuando con tu pregunta, cuando dices: “…o sea, que mi "problema" auditivo no es real, intento enfocarlo desde ahí, medito desde ahí, se lo entrego al Espíritu Santo ,pero a la vez, espero oír y eso me causa sufrimiento.” Bueno, tu “problema” auditivo es solo eso. No es un problema a menos que tu lo percibas como un problema, y por consiguiente sufres.

Si yo no pudiese oír no escucharía la televisión de los vecinos por la noche, y podría dormir en paz. Jejeje! :o) ¡Es una broma!

También cuando dices que tu problema auditivo no es real, mientras que todavía te identificas con el cuerpo, lo que estás intentando es hacer parte de la ilusión real y parte no. En otras palabras, la ilusión es que crees ser un cuerpo. No obstante, quieres curar la enfermedad, mientras que simultáneamente quieres mantener el cuerpo, y ya dijimos que el cuerpo no existe.

Por lo tanto, es como cuando estas durmiendo y dices que quieres despertar del sueño. No puedes despertar de algunas partes del sueño y no de otras, porque una vez que abres los ojos TODO el sueño desaparece. Para que puedas experimentar paz, lo que necesitas, no es curar la audición, sino que mas bien recordar que no eres el cuerpo que experimenta el problema de audición, sino que en realidad eres la mente que está soñando toda esta película, de manera que puedas dejar de tomártela en serio. Ese es en sí el cambio de mentalidad.

Una vez que la identificación es con la Mente y no el cuerpo, y por consiguiente el miedo desaparece, si ocurre un cambio en la forma, donde la audición se recupera, sería porque ayudaría en tu proceso de despertar del sueño. De nuevo, o eres cuerpo o eres Mente, pero no puedes ser un poco de uno y un poco de otro. En otras palabras, o es verdad o no es verdad.Y la Verdad es verdad, y el resto -la experiencia física- es ilusorio.

Por algo el Curso nos recuerda; “La elección no es entre qué sueños conservar, sino solo si quieres vivir en sueños o despertar de ellos. De ahí que el milagro no excluya de su benéfica influencia algunos sueños. No puedes quedarte con algunos sueños y despertar de otros, pues o bien estás dormido o bien despierto. Y soñar tiene que ver únicamente con una de estas dos posibilidades.” T-29.IV.1:5-8

Si quieres que el Espíritu Santo te ayude a experimentar la verdadera paz, lo que no puedes permitir es que tu situación auditiva te distraiga. No significa que no puedas continuar buscando ayuda para corregir esa situación, si así lo deseas, pero lo haces consciente de que no eres cuerpo, sino que eres Mente, y que lo que en realidad deseas es paz ¡y nada más! Paradójicamente, desde la paz, si alguna ayuda fuese necesaria, sería la perfecta para ti.

Así es como permites que el Espíritu Santo sane la mente. De lo contrario, estás dándole realidad a lo que ya dijimos que no existe. Y por eso sufres. Mas eso no te libera. Por algo el Curso nos recuerda: “Curar un efecto y no su causa tan sólo puede hacer que el efecto cambie de forma. Y esto no es liberación." T-26.VII.14:2-3

Miremos esa linea con los paréntesis añadidos; “Curar un efecto (el aparente problema) y no su causa (la creencia en la separación) tan solo puede hacer que el efecto cambie de forma (que el aparente problema se “arregle”). Y esto no es liberación (no es liberación porque todavía te crees separada de Dios, viviendo una experiencia física).” T-26.VII.14:2-3

Y parte de la arrogancia del ego en querer cambiar algo en el mundo, es que nos hace creer que sabemos lo que queremos, que sabemos lo que nos hace feliz, y nos pasamos todo el tiempo intentando constantemente cambiar las cosas aquí, sin darnos cuenta de que eso es como ordenar las sillas en un barco que se está hundiendo.

El Curso lo pone de otra manera: “Tu única función aquí es decidir en contra de decidir qué es lo que quieres, reconociendo que no lo sabes.” T-14.IV5:2 A fin de cuentas, “Bendita criatura de Dios, ¿cuándo vas a aprender que sólo la santidad puede hacerte feliz y darte paz?” T-15.III.9:1

Por lo tanto, no tienes que entregarle al Espíritu Santo tu problema de audición para que Él lo cambie, y es también irrelevante de quéprocedió, o si es genético o no. Un cambio de mentalidad en ti pasa por alto toda la historia, y pueda ocurrir que hasta se “cure” lo imposible, porque el Espíritu no se rige por las leyes del mundo de las ilusiones. Pero no permitas que tu experiencia te distraiga de la paz de Dios, de la Verdad.

Mejor, entrégale todos los juicios que tienes sobre tu aparente problema y sobre ti misma, en completa aceptación de lo que es, para que Él pueda llevar tu mente hacia la verdadera paz. Y ese regalo lo puedes obtener ahora mismo, pues si de corazón deseas la paz de Dios, esta se te ha dado.

Una cosa más. Cuando comentas: “Observo mis pensamientos a cada rato, visualizando que todos sean positivos.” No vamos a negar que es importante tomar conciencia de nuestros pensamientos, pero tomar conciencia de ellos no es aceptar los “positivos” y rechazar los “negativos”, sino que más bien es no juzgar ningún pensamiento, ni como “positivo” ni como “negativo”, pues eso simplemente les da a los pensamientos un poder que intrínsecamente no tienen, y por algo los juzgas y te afectan.

Si aprendes a verlos como el Curso te enseña a verlos, aceptarás todos los pensamientos sin juzgarlos, y por lo tanto no tendrán el poder de afectarte. Se observarán como nubes pasajeras.. Y desde ahí experimentas paz.

Recuerda; todo pensamiento es neutro hasta que tú proyectas un significado en él. Este significado puede ser: este pensamiento es positivo, y/o este es negativo. Porque si todos esos pensamientos son parte de ti, estás aceptando una parte de ti, mientras que niegas otra, y por consiguiente te sientes dividida. Abrázalos todos recordando que: “Nada de lo que veo significa nada.” W-pI.1